Hosteles; mas que un alojamiento, un estilo de vida

Serán 15 años de viajar entre hosteles y hoy tengo la impresión de que hemos olvidado la esencia misma de lo que significa este tipo de hospedaje. Aquí presentaré un pequeño articulo para refrescar la memoria de unos y educar a otros.

Los primeros hosteles fueron creados a inicios de siglo en Alemania, a partir de una generosa e innovadora idea: “Permitir a los jóvenes descubrir el mundo y aprender a conocerse”. Estos aparecerían a continuación en Francia bajo el impulso del humanista Marc Sangnier. Los principios fundadores de los hosteles serían plasmados como; la neutralidad política, la recepción de los jóvenes sin distinción con el fin de favorecer la amistad y la paz, fomentar el viajar y la naturaleza. Que bella y noble misión, ¿no?

Por ello, la Federación Unida de Hosteles define al hostel como un tipo de alojamiento articulado alrededor de espacios compartidos, los cuales brindan al viajero un estilo de vida auténtico. De igual forma, explican que los hosteles son forma de alojamiento bastante accesibles e idóneos para el reencuentro e intercambio cultural, favoreciendo el enriquecimiento y conocimiento de otras costumbres y formas de vida. Esta Federación Unida de Hosteles cree que es a través del reencuentro y el dialogo intercultural entre los jóvenes viajeros, que nacerá la paz.

Y bueno, esa era la parte teórica del artículo, espero que ahora puedan comprender mejor lo que es un hostel. Ahora, la parte más personal, la parte en la que voy a poner los puntos sobre las “i”.

Si eliges venir a hospedarte en un hostel, por favor no me pidas privacidad e intimidad. Si eliges un lugar por menos de $28 dólares la noche, por favor no me hables de lujos. Si eliges venir y pasar una noche en la capital de un país, por favor no me hables de ruidos de automóviles o del resplandor del alumbrado eléctrico. Si eliges un alojamiento con baños compartidos, no esperes que la ducha sea limpiada después de que cada persona se bañe. Si eliges el alojamiento más barato, no me pidas un desayuno muy fino.

¿Dime, porque elegiste venir y hospedarte en un hostel? Si el hecho de venir a conocer personas de todo el mundo no hace parte de tu respuesta, entonces quizás elegiste mal tu hospedaje. Si es por los precios, siento mucho decirte que por $28 dólares la noche, probablemente tendrás poca intimidad, tu tranquilidad seguramente será afectada, tu desayuno quizás más ligero, tu ducha un poco más corta y tu comodidad ligeramente disminuida. Pero si tomas el tiempo de levantar los ojos y de mirar un poco a tu alrededor, quizá podrás ver todas esas cosas maravillosas que el mundo te ofrece. Si vienes donde mi para no empobrecerte, puede ser que puedas aprovechar para enriquecerte culturalmente. Quizás podrías olvidarte del color de tus sabanas y aprender el color de la bandera de Costa Rica, olvidar tu ducha fría y descubrir un poco la calidez de los océanos, olvidar el ruido de la calle y escuchar todos esos nuevos idiomas alrededor tuyo, disfrutar de la lenta conexión del internet para reconectarte a la realidad, esa que te rodea.

En resumen, lo que quiero decir es que, si vienes donde mí, te voy a ofrecer mi sonrisa, mis consejos, el placer de compartir y quizá la compañía de una lagartija o una cucaracha. Y pues si, esa es la realidad. La tierra es inmensa y las diferencias son infinitas, hay tanto que ver, tanto que aprender y siempre mucho que descubrir. La comodidad de tu cama, tu ducha caliente, tu desayuno preferido, la tranquilidad de tu pequeña casa… todo eso lo recuperaras pronto. Lo bello de los hosteles es su imperfección, su singularidad, su unicidad, su multiculturalidad… cada hostel te sorprenderá para bien y a veces para mal, pero es eso lo lindo de esto, eso es ser viajero.